La incertidumbre es del todo necesaria para que cuando la certidumbre aparezca ante ti, la alegría sea mayúscula. 

Fui osada y le pregunté a la certidumbre por qué había esperado tanto tiempo en aparecer ante mi puerta y me respondió: «Porque la espera es la belleza del momento culmen» ¿Te suena esa frase de algo lector?

Estos últimos tres días de mi vida no hay mejor palabra para describirlos que como un sueño. Un sueño que estuvo lleno de incertidumbre hasta el último momento. 

Porque los sueños viven en la imaginación más vivaz del que se atreve a ir un paso más allá, con cautela para evitar el desengaño.

Pero nada podía salir mal. Lo supe cuando vi a familiares y amigos arropándome en un día tan importante. Cuando su energía contagió a propios y extraños. Ese fuel el salto más difícil

Cuando te enfrentas a un nuevo lector con nada más que la ilusión y la fuerza que te da la confianza en tu novela, valoras que entre todos los libros allí expuestos de grandes autores, esa persona te haya elegido a ti y eso no tiene precio.

Gracias, gracias y miles de gracias a las personas que se acercaron y confiaron en mi novela sin conocerme, sin tener un gran nombre, con la humildad del que cree sin nada más que su intuición y buena fe.

Me gusta soñar en como serán los siguientes pasos en este viaje como creadora de historias, en el que desde hace más de tres años me he embarcado, y que vio la luz en diciembre del año pasado. Lo hago trabajando día a día. Pues los sueños nunca dejarán de ser sueños, si detrás no hay trabajo, mucho trabajo. Y lo hago sabiendo en lo más profundo de mi interior que este día, 23 de abril de 2022, nunca lo olvidaré.

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